

El congelador es uno de nuestros mejores aliados en la cocina: nos permite tener disponibles muchos alimentos y conservar las sobras durante un tiempo. El problema es que, en ocasiones, este electrodoméstico se convierte en un cajón de sastre donde almacenamos los alimentos y los recuperamos al cabo de muchos meses e incluso años. Nos olvidamos de que, aunque esté congelado, ningún alimento dura eternamente. ¿Cuánto es el máximo? ¿Qué pasa si excedemos el tope?
Puede permanecer congelada entre seis y doce meses, aunque cuanta más grasa tenga, antes deberíamos consumirla.
Las verduras también permiten la congelación durante un año. Sin embargo, lo recomendable es hacer un blanqueado o escaldado antes de meterlas. “Este tipo de alimentos contienen unas enzimas que siguen activas al congelarse. Eso significa que si metemos la verdura recién comprada, estas enzimas seguirán actuando y alterarán el sabor”, detalla Urdiales. Por eso, lo ideal es meterlas antes en agua hirviendo durante 2 o 3 minutos con un poco de sal.
En cuanto al pan, se puede congelar sin problemas y mantendrá todas sus propiedades siempre que no se excedan los tres meses. Pasado ese tiempo, lo normal es que pierda sus cualidades sensoriales y se modifique la textura y el sabor original.
Pero ¿y las sobras? Según explica la experta, los estofados o guisos se aconseja mantenerlos congelados un tiempo máximo 4-5 meses. En cambio, los caldos, ya sean de carne, verduras o pescado, conservan todas sus propiedades tan solo un par de meses.
Para no pasarse de fecha, Urdiales recomienda marcar con una etiqueta o un rotulador el día en que guardamos el producto. Pero ¿qué pasa si consumimos un alimento que lleva demasiado tiempo congelado? “Probablemente podrás comerlo, pero este habrá perdido totalmente sus propiedades: si es carne se habrá enranciado y si es pan se habrá quemado”, concluye.