Tener una refrigeradora Libero en casa significa frescura, organización y practicidad para tu día a día. Sin embargo, con el uso constante, es normal que puedan aparecer olores desagradables si no se mantiene una rutina de limpieza adecuada. La buena noticia es que existen soluciones simples y efectivas para que tu refri siempre huela bien y conserve tus alimentos en las mejores condiciones.
El primer paso es limpiar tu refrigeradora al menos una vez al mes. Retira todos los alimentos, desenchufa el equipo y lava los estantes y cajones con agua tibia y un poco de bicarbonato. Evita productos químicos fuertes, ya que pueden dejar residuos y alterar el sabor de los alimentos.
Muchas veces el mal olor proviene de alimentos olvidados. Revisa con frecuencia las fechas de caducidad de tus productos y organiza tu refri para que lo más próximo a vencer esté siempre al frente.
El bicarbonato de sodio es tu mejor aliado. Coloca un recipiente abierto con bicarbonato en una de las repisas de la refrigeradora Libero para absorber los malos olores. También puedes usar carbón activado o granos de café.
Guarda las sobras en recipientes herméticos y envuelve bien frutas, carnes y pescados antes de colocarlos en el refri. Esto no solo evita olores, sino que también mantiene la frescura por más tiempo.
Algunas veces los olores se acumulan porque el drenaje de tu refrigeradora está obstruido. Verifica y límpialo con cuidado para mantener un flujo adecuado y evitar acumulación de humedad.
Las refrigeradoras Libero cuentan con sistemas de enfriamiento que distribuyen el aire de manera uniforme. Asegúrate de no sobrecargarla de alimentos para que el aire circule libremente y no se concentren los olores.
Con estos simples hábitos podrás disfrutar de una refrigeradora Libero siempre fresca y sin malos olores. Una limpieza constante, buena organización y el uso de absorbentes naturales son la clave para mantener tus alimentos en perfecto estado y tu cocina con un ambiente más agradable.