La congeladora es un aliado indispensable en casa, especialmente cuando se trata de conservar alimentos por más tiempo. Sin embargo, para garantizar su buen funcionamiento y prolongar su vida útil, es necesario descongelarla de manera periódica. Muchas personas temen este proceso porque creen que los alimentos pueden malograrse durante el descongelado, pero con una buena organización es posible hacerlo de forma segura y efectiva. Aquí te dejamos una guía paso a paso para descongelar tu congeladora Libero sin complicaciones.
Antes de descongelar, revisa qué alimentos tienes almacenados. Lo ideal es programar la limpieza cuando el nivel de productos sea bajo, así evitarás manejar grandes cantidades. Si tienes una congeladora Libero de gran capacidad, una planificación previa hará que el proceso sea más sencillo.
Para proteger los alimentos, utiliza conservadoras, bolsas térmicas o cajas con hielo. Si cuentas con otra refrigeradora o congeladora Libero en casa, puedes aprovecharla para mantener la cadena de frío. Lo importante es que los alimentos no pasen demasiado tiempo a temperatura ambiente.
Siempre desenchufa el equipo antes de iniciar el descongelado. Esto no solo es una medida de seguridad, sino que también facilita que el hielo acumulado se derrita naturalmente.
Saca los accesorios internos de la congeladora para lavarlos aparte con agua tibia y jabón neutro. De esta manera, aseguras que todo quede limpio y libre de malos olores.
Coloca toallas o bandejas en la parte inferior para recoger el agua del deshielo. Evita usar objetos punzantes o calor directo (como secadores o pistolas de aire caliente), ya que podrías dañar las paredes internas de tu congeladora Libero. Lo mejor es dejar que el hielo se derrita de manera natural.
Cuando el hielo haya desaparecido, limpia el interior con una mezcla de agua tibia y un poco de bicarbonato o vinagre blanco. Esto ayuda a eliminar olores y mantener la superficie libre de bacterias.
Antes de enchufar nuevamente la congeladora, asegúrate de que todo esté completamente seco. Luego, conecta el equipo y espera unos minutos a que alcance la temperatura adecuada antes de volver a colocar los alimentos.
Aprovecha este momento para ordenar tus productos. Coloca en la parte superior lo que vayas a consumir primero y distribuye bien los alimentos para aprovechar al máximo la capacidad de tu congeladora Libero.
La frecuencia depende del uso y del modelo, pero en promedio se recomienda hacerlo cada 3 a 6 meses, o cuando observes una acumulación de hielo de más de medio centímetro.
Descongelar tu congeladora no tiene por qué ser un dolor de cabeza. Siguiendo estos pasos podrás mantener tu equipo Libero en óptimas condiciones y asegurar que tus alimentos se conserven frescos y seguros por más tiempo. Una congeladora limpia y bien cuidada no solo funciona mejor, sino que también te ayuda a ahorrar energía.