Una buena refrigeradora no solo se trata de potencia o diseño: saber ajustar correctamente la temperatura es esencial para conservar los alimentos de manera segura, evitar desperdicios y optimizar el consumo energético. Cada tipo de alimento tiene necesidades distintas de refrigeración, y conocerlas te ayudará a sacar el máximo provecho de tu electrodoméstico.
Aquí te explicamos cómo ajustar la temperatura de tu refrigeradora según los productos que vas a almacenar.
En general, se recomienda que la temperatura interna del refrigerador esté entre 1 °C y 4 °C para asegurar la frescura de los alimentos y prevenir el crecimiento de bacterias.
El congelador, por su parte, debe estar a -18 °C para conservar productos congelados de forma segura.
Las frutas y verduras frescas son sensibles al frío excesivo. Para conservar su textura y sabor:
Temperatura ideal: 4 °C a 7 °C.
Consejo: Guarda frutas y verduras en los compartimentos especiales para vegetales (cajones de humedad controlada) que muchas refrigeradoras modernas incluyen.
Importante: No todas las frutas deben refrigerarse (por ejemplo, los plátanos o aguacates verdes se conservan mejor fuera del refrigerador).
Productos como leche, yogur y quesos blandos son muy delicados:
Temperatura ideal: 1 °C a 4 °C.
Consejo: Colócalos en los estantes superiores o centrales, donde la temperatura es más constante.
Evita colocar leche o yogures en la puerta, ya que es la zona donde más fluctúa la temperatura.
Estos alimentos requieren la máxima seguridad:
Temperatura ideal: 0 °C a 2 °C.
Consejo: Almacénalos en el estante inferior, donde suele hacer más frío. Algunos modelos tienen compartimentos especiales para carnes que permiten configuraciones más frías.
Si no vas a consumirlos pronto, es preferible congelarlos.
Para evitar riesgos de contaminación:
Temperatura ideal: 1 °C a 3 °C.
Consejo: Guarda las sobras en recipientes herméticos y colócalas en el estante del medio, de fácil acceso para consumirlas pronto.
Las bebidas como agua, jugos o gaseosas no requieren tanto frío como los alimentos perecibles:
Temperatura ideal: 4 °C a 7 °C.
Consejo: Puedes colocarlas en la puerta o en la parte superior del refrigerador.
Revisa el manual: Cada modelo tiene una forma específica de ajustar la temperatura. Puede ser mediante una perilla manual o una pantalla digital.
No ajustes basado solo en “números”: Algunos refrigeradores tienen escalas de 1 a 5 o de frío mínimo a máximo. Consulta a qué temperatura real corresponde cada número.
Usa un termómetro: Si quieres asegurarte de la temperatura interna, coloca un termómetro de refrigerador en un vaso de agua dentro de la nevera y verifica.
Evita sobrecargar tu refrigeradora: Si hay demasiados productos, el aire frío no circulará bien y habrá zonas calientes.
No introduzcas alimentos calientes: Déjalos enfriar primero a temperatura ambiente para evitar elevar la temperatura interna.
Descongela si es necesario: Si tu modelo no es No Frost y hay acumulación de hielo, descongela para que funcione correctamente.
Limpieza regular: Mantener limpio el interior mejora la eficiencia y evita olores.
Ajustar correctamente la temperatura de tu refrigeradora según lo que vas a conservar es fundamental para proteger la frescura, el sabor y la seguridad de tus alimentos. Además, ayuda a optimizar el funcionamiento de tu equipo y a ahorrar energía.
Con estos pequeños ajustes, disfrutarás de productos más duraderos y de un mejor rendimiento de tu refrigeradora.