No importa si tienes algún tipo de negocio dedicado a los alimentos y necesitas equipos de refrigeración, o si en casa hay varias personas y necesitas más equipos para refrigerar, o si eres fan de los productos congelados, no importa cuál sea el caso, un freezer horizontal puede serte muy útil.
En el mercado existen diversos diseños, así que elegir un freezer horizontal no será tarea fácil. Asegúrate de evaluar la capacidad y el tamaño del mismo, no te guíes tanto por el color y como combine con tu decoración, piensa en los beneficios que te puede traer y en las funciones que te ofrece tu nuevo freezer.
Aunque no cuenta con divisiones o compartimientos, te aseguramos que tendrás todo el espacio que necesitas, pues su diseño usualmente similar a un baúl con puerta para levantar, a lo sumo tiene una bandeja o cesto para alimentos pequeños a congelar, pero suele ser un espacio diáfano.
Cuando vas a estrenar tu freezer horizontal, no existe mayor complicación para su instalación eléctrica, lo que si debes tener en cuenta, es el flujo de energía y el tipo de toma corriente al que lo vayas a conectar, cada país tiene sus requerimientos como adaptadores de voltaje, reguladores de energía, entre otros.
Esencialmente, lo que debes hacer es conectar el equipo y dejarlo funcionar.
Para preservar su funcionamiento y minimizar su mantenimiento, es recomendable que todo lo que guardes este debidamente almacenado en envases, envuelto el film adhesivo o en papel aluminio espacial para congelar, en embalajes herméticos o bandejas de cartón, anime o cartón, de este modo puedes evitar suciedad, malos olores, que se dañen o mezclen con otros alimentos.
Cada cierto tiempo, hazle limpieza a tu freezer tanto dentro como afuera. Si vas a asear el interior del freezer, debes desconectar primero el aparato y luego si sacar cualquier accesorio interno como rejilla, bandeja, cajón o gaveta, te recomendamos emplear una esponja y un jabón suave, luego solo enjuaga y seca cuidadosamente o déjalo airear.
Externamente, limpia tu freezer horizontal con agua jabonosa a temperatura ambiente, y empleando un paño suave. Enjuaga y seca con cuidado. Igualmente, una vez al año, ten la precaución de abrir la rejilla metálica ubicada generalmente al dorso del aparato, quita el polvo cuidadosamente empleando un cepillo u aspirador.
Ya una vez conectado, solo deberás asegurarte que la temperatura sea la adecuada para que conserve tus alimentos congelados y no represente un gasto intenso de energía para el aparato. La regla de oro de los freezer es estar en los -18° Centígrados, aunque si tu aparato no tiene termostato eléctrico incluido, pon un termómetro en su interior para conocer en cuanto se encuentra la temperatura y si debes subirla o bajarla más.
Aunque si se trata de las puertas, el nivelar un freezer, requiere de un destornillador para asegurar las bisagras, mientras que, si se refiere a posición, bastará con moverla de un lado a otro hasta que finalmente se encuentre estable.