El mundo del diseño tiene su propio vocabulario, y muchas veces no sabemos usar la mayoría de palabras con propiedad. Por ejemplo, ¿sabías que la palabra de origen inglés vintage significa ‘cosecha’ o ‘vendimia’ y que media España la pronuncia ‘vintash’ y no ‘vintij’? Si tras saber estos datos todavía no has salido de tu asombro, imagínate la gente que se hace un pequeño lío con los términos antigüedad y retro. ¿Quieres saber cómo distinguir cada palabra, según los expertos? Te lo explicamos.
Aunque la RAE no especifica el tiempo exacto que debe tener una pieza para ser considerada una antigüedad (sencillamente lo que establece es un ‘tiempo remoto’), en el mundo de la decoración se catalogan aquellas piezas que tienen más de 100 años de vida. Para algunos incluso los primeros años del siglo XX, ya que hasta la mitad del mismo no se empieza a considerar “diseño”. Es ahí cuando se establece el siguiente término…
La palabra de la polémica. Como hemos dicho, este término proviene del inglés y del campo semántico del mundo vinícola (se utiliza para referirse a vinos de muy alta calidad). Y lo mismo ocurre en el mundo del diseño. Una pieza vintage es aquella con, como mínimo, 20 años de existencia y cuyo valor estético y de diseño es reconocido o representativo de su época de creación. Suele estar asociada a creaciones de los diseñadores más importantes (aunque tampoco necesariamente) y, por tanto, su valor se ha multiplicado en el presente. Son piezas de segunda mano cuyo diseño sirve para definir el estilo estético de un periodo, principalmente a partir de los años 50 y hasta los 80.
Olvídate de edades y años de creación: la palabra retro es simplemente un recurso estético decorativo o de diseño, una acepción, un adjetivo que intenta rescatar un estilo del pasado. Puede utilizarse tanto para una pieza como para un ambiente, pero cualquiera de los dos puede ser una creación contemporánea que está inspirada en una tendencia o estilo del pasado.
Según la RAE, “Dicho de una cosa: típica de tiempos pasados”. Es decir, se trata de una terminología muy extensa y no sujeta a un periodo concreto. En decoración suele usarse para referirse, por lo menos, a piezas con más de diez años. Por su significado literal, prácticamente inabarcable, aparece cuando no tenemos claro el momento histórico de su producción. Sin embargo, lo más correcto sería definir de forma concreta esa década, estilo o corriente histórica a la que pertenece.