Uno de los secretos para aprovechar al máximo los ajos es conservarlos y almacenarlos adecuadamente, para que no se echen a perder rápidamente. Aquí os vamos a contar sobre algunos métodos para que vuestros ajos duren más tiempo.
La mejor manera de conservar los ajos por más tiempo es manteniéndolos frescos, ya que además de esta manera no pierden sus propiedades, su calidad y su sabor original. Es muy importante cuidar que los ajos no estén expuestos a determinadas condiciones, tales como la luz directa del sol o la humedad. Almacenarlos en lugares con poca ventilación de aire tampoco favorece a su conservación.
Algunas de las recomendaciones clave para conservar los ajos frescos tienen que ver con su calidad, su limpieza y la selección del lugar donde se almacenarán. Por ejemplo, los ajos de mejor calidad se distinguen por tener una textura firme y por estar cubiertos por piel seca. Por el contrario, no es aconsejable comprar ajos que presenten algunos brotes, aunque sean incipientes, o que estén un poco arrugados o amarillos. Si veis que los ajos que están en la tienda tienen una textura más bien blanda, también hay que descartarlos, ya que se echarán a perder más rápido.
Es importante también seleccionar un espacio adecuado para guardar los ajos. Idealmente debe ser un sitio fresco, seco, ventilado y oscuro. Nunca guardéis los ajos en el refrigerador así como tampoco los dejéis expuestos a la luz solar. La temperatura ideal para mantener los ajos frescos es 15ºC, y si podéis conseguir un coservador de ajo, mucho mejor. Hay de muchos tipos, como por ejemplo unos envases de cerámica con agujeros que favorecen la ventilación, u otros similares a unas canastas de malla o alambre, diseñados también para que los ajos se mantengan frescos y secos.
Por último, otro aspecto clave tiene que ver con la limpieza. Además de lavar bien los ajos antes de guardarlos, especialmente si los habéis recogido directamente de la tierra, es muy importante secarlos bien. No olvidéis que la humedad es una de las principales enemigas de este tubérculo. Hay quienes también cuelgan los ajos para que se sequen bien antes de guardarlos, sobre todo cuando los habéis cultivado vosotros mismos y tenéis una cantidad importante.