Cuando tenemos poco tiempo y mucha hambre, muchos de nosotros tiramos de congelador. Las frutas y verduras congeladas o las comidas precocinadas se preparan enseguida y saben tan frescas como los productos del mercado. ¡No es de extrañar que a tanta gente le encante preparar las comidas con antelación! Pero siempre cabe la duda: ¿los alimentos congelados son de verdad una alternativa saludable a los productos frescos? En este artículo, analizamos los grandes mitos sobre el tema.
Hay muchos prejuicios sobre los alimentos congelados. Algo que no nos sorprende, porque la sección de alimentos congelados del supermercado normalmente está plagada de comidas poco saludables, como pizza, quiche, lasaña o patatas fritas. Este tipo de comidas preparadas suelen contener una gran cantidad de calorías, ácidos grasos insaturados, sal y, la mayoría de las veces, potenciadores del sabor. Así que es normal que los productos congelados tengan tan mala reputación.
La próxima vez que hagas la compra, echa un vistazo a los ingredientes y valores nutricionales en el envase de los productos que te interesen. Hoy en día, existe una gran variedad de comidas congeladas muy poco procesadas industrialmente, con pocos o ningún aditivo y con valores nutricionales equivalentes a los de los platos caseros. Las personas que se toman el tiempo de seleccionar bien los productos que compran toman mejores decisiones.
Si eliges frutas, como piña, mango y frutos rojos, o verduras, como brócoli, col rizada o guisantes, es difícil equivocarse a la hora de comprar, porque estos productos se congelan poco después de recolectarlos y, por lo general, no están procesados.
Muchas personas creen que las frutas y verduras congeladas han perdido sus nutrientes, pero están equivocadas. Todo lo contrario: como el proceso de congelación tiene lugar solo unas horas después de la cosecha, las vitaminas y los minerales esenciales se conservan sin problema. Al congelarlos tan rápido, estos productos son mucho más saludables que sus equivalentes en lata.
También presentan una ventaja respecto a las frutas y verduras frescas: al conservarlas en el congelador, podrás disfrutar de sus vitaminas durante varias semanas más o incluso meses. Por el contrario, algunos de los productos frescos que metemos en el frutero a temperatura ambiente o en el cajón de las verduras de la nevera pierden los nutrientes después de unos cuantos días.
Hay que quitarse de la cabeza la idea generalizada de que los productos congelados están hasta arriba de conservantes. De hecho, la congelación industrial es el mejor medio de conservación que existe, porque reemplaza los aditivos que permiten que los alimentos se conserven durante más tiempo. Las temperaturas inferiores a -18 °C son suficientes para mantener las frutas y verduras frescas.