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La congelación es un buen método para conservar alimentos, pero debe hacerse correctamente para que no pierdan propiedades. La descongelación debe hacerse adecuadamente para evitar la multiplicación de bacterias
La congelación idónea debe ser rápida. Se favorece mediante congeladores potentes, limpios, con espacio suficiente e introduciendo envases pequeños y previamente enfriados en la nevera, sumergidos en agua con cubitos de hielo o manteniéndolos un rato bajo el chorro de agua fría.
CONSEJOS PARA DESCONGELAR LOS ALIMENTOS
- Tener las manos y los utensilios limpios cuando se manipulen alimentos, por ejemplo, al dividir trozos grandes de alimentos en trozos más pequeños.
- Antes de descongelar, romper los bloques grandes de pescado, gambas o bayas congelados dentro del envase.
- Descongelar solo la cantidad necesaria de alimentos y mantenga el resto congelado.
- En la nevera: conviene colocar el envase de la carne, el pescado o el marisco, sobre un plato o bandeja para que el líquido que se desprenda no contamine otros alimentos..
- En el microondas: es mejor descongelar el alimento en pequeñas porciones, parando de vez en cuando y removiendo el contenido. De esta forma se facilita la descongelación uniforme y se evita que se caliente el exterior y permanezca congelado el interior del alimento. Conviene cocinar inmediatamente estos alimentos, ya que alguna parte ha podido comenzar a cocerse.
- Descongelar las verduras y las frutas bajo el agua corriente fría, preferiblemente en el envase original.
- Leer siempre el modo de conservación del alimento recomendado por el fabricante: hay ciertos alimentos, como las verduras troceadas que se venden congeladas, que pueden cocinarse directamente sin descongelar.
La descongelación idónea debe ser lenta y a temperaturas de refrigeración: es recomendable sacar la comida del congelador con una antelación de 12 horas y dejarla en la nevera sobre un plato o bandeja que recoja el líquido que se genere.