El maíz es un cereal, fuente de antioxidantes, que nos permite acompañar nuestros platos y ensaladas de una forma rica y sana. Contiene fibra, hidratos de carbono, ácido fólico, vitaminas y, además, es saciante, por lo que es de gran ayuda a la hora de completar nuestra dieta y controlar nuestro apetito.
Pero es posible que, una vez comprado y abierto, se eche a perder bastante pronto, algo que debemos evitar. Por eso, te traemos 4 formas eficaces para conservar el maíz y mantenerlo como el primer día, ¿te animas a probarlo? ¡Atención a estos consejos!
Para conservarlas solo necesitaríamos meterlas en una bolsa de plástico hermética. Intentaremos eliminar toda la cantidad de aire posible de la bolsa, para que así aguante durante más tiempo. Es importante también no lavarla. Lo haremos solo cuando vayamos a quitar las hojas y consumir.
Si nos gusta utilizar el maíz de forma habitual pero no queremos estar comprando las mazorcas y limpiándolas, una opción es tener este preparado en el congelador. Así, solo lo prepararemos una tarde y podremos disponer de él durante bastantes días, sin que pierda sus propiedades ni se estropee.
Si quieres almacenar una cantidad de maíz considerable sin que se te estropee, la conserva es otra de las mejores opciones ¡y muy sencilla de hacer! El proceso será prácticamente el mismo que si la congelamos. Pelamos las mazorcas, quitamos los pelillos y las hojas y las echaremos a hervir en una olla grande con agua. Cuando estén hirviendo, echamos un buen puñado de sal y las escaldamos durante 20 minutos. Pasado este tiempo, sacaremos las mazorcas y las meteremos en agua fría para conservar la textura. ¡Ojo! No tires el agua de cocción, guárdalo puesto que será el líquido de nuestra conserva.
En otras ocasiones, directamente compramos una lata de maíz en conserva y nos sobran granos, por lo que nuestro objetivo es conservarlo en la lata, intentando que esté prácticamente igual que cuando la abrimos. Conseguiremos hacerlo durante 4 o 5 días si eliminamos el agua de conserva que trae, cambiamos el bote a uno de cristal, echamos agua y lo cubrimos con film transparente o una tapa.
¡Listo! Ahora ya sabes cómo conservar maíz durante mucho más tiempo para disfrutar de su sabor y, por supuesto, de sus propiedades.